No me he quedado con los nombres (comprensible creo), pero los tres SVD indios, amigos de Varghese, ya son amigos de medio Niebla y hermanos nuestros, los de casa. Los conocí en Nemi recientemente y ahora han pasado unas horas aquí procedentes de Fátima y siguiendo viaje a Sevilla. Uno compite con los navarros en la apropiación de San Francisco Javier, porque es de Goa; otro coincidió con Varghese en el seminario menor SVD allá en su estado de Kerala; el tercero ha recibido nuestra más encarecida invitación a quedarse con nosotros un mes para perfeccionar su español: hay que ver qué facilidad para retener nuestro vocabulario y soltar frases con un acento tan «nuestro». Los tres regresan a India donde tienen responsabilidades de peso: son formadores en seminarios SVD; y seguro que se desempeñan con éxito, porque transparentan su vocación misionera, y se les ve sabios.
Qué Dios los siga bendiciendo, a la vez que quedamos bendecidos todos en nuestra ‘inmensa’ y multinacional congregación.
Por cierto, no los hemos despedido así no más. Se lleva cada uno a su tierra la biblia EVD, con el compromiso de utilizarla, además, como texto para aprender el idioma.