Revitalizando la vida parroquial:
Empoderando a nuestras parroquias y sus habitantes por las virtudes misioneras de San Arnoldo Janssen
La realización de misiones en las parroquias de España es un compromiso que entrelaza dones profundos con desafíos importantes, presentando un paisaje único para el crecimiento espiritual y el desarrollo comunitario.
Los dones son abundantes; incluyen la oportunidad de sumergirse en el rico tapiz del patrimonio cultural español, de ser testigo y participar en la fe arraigada que impregna estas comunidades y de experimentar la simplicidad de la vida que a menudo conduce a realizaciones profundas sobre la esencia de la espiritualidad.
Los misioneros son recibidos con los brazos abiertos, saludados por la cálida hospitalidad característica de la vida rural y tienen la oportunidad de forjar relaciones profundas y duraderas basadas en el respeto mutuo y las creencias compartidas.
Sin embargo, estas bendiciones se encuentran con obstáculos que ponen a prueba la resolución y la capacidad de adaptación de aquellos llamados a servir. Entre estos desafíos está la tarea de armonizar las brechas generacionales a medida que los feligreses más jóvenes buscan reconciliar su fe con el ritmo acelerado de la vida moderna. También está el imperativo de revitalizar la vida parroquial de una manera que respete la tradición, al mismo tiempo que invita a la innovación, asegurando que la Iglesia siga siendo una fuerza relevante y unificadora en la vida diaria de los pueblos y sus habitantes.
Además, el aislamiento geográfico de las parroquias puede conducir a una sensación de aislamiento y requerir un esfuerzo creativo para asegurar que todos los miembros de la comunidad se sientan conectados y comprometidos. Los misioneros a menudo deben desempeñar muchos roles, no solo atendiendo a las necesidades espirituales, sino también a las sociales y, a veces, incluso a las materiales, encarnando el papel de líderes servidores, como lo modeló Cristo.
En los corazones pastorales de las provincias de Madrid, Navarra, Palencia, Valladolid, Sevilla, y Huelva en España, el próximo día festivo de San Arnoldo Janssen el 15 de enero es más que una fecha en el calendario religioso; es una celebración vibrante de la fe, la capacidad de adaptarse y el servicio misionero a la comunidad parroquial. En medio de estos idílicos entornos, los misioneros extranjeros de la congregación Misioneros del Verbo Divino (SVD) son la encarnación viva del legado perdurable de San Arnoldo Janssen.
Originarios de países y tierras diversas como India, Angola, Indonesia, China, México, Brasil, Vietnam, Polonia, Ghana, Indonesia, y Filipinas, estos misioneros aportan una riqueza cultural y una profundidad espiritual a las parroquias de España. Sirven como catalizadores del crecimiento, encarnando las enseñanzas de San Arnoldo al fomentar la unidad e incitar la llama de la fe entre los habitants del pueblo.
Confiando en el Plan de Dios y Aguante en Tiempos Difíciles
Los misioneros valoran profundamente la sabiduría de San Arnoldo que «El buen Señor sabe mejor dónde puede servir major a una persona»1, asegurando que cada individuo se sienta valorado dentro del gran pueblo de Dios. Ellos afrontan el desafío moderno para involucrar a los jóvenes en la vida de la iglesia con las palabras de San Arnoldo, «¡No pierdas nunca el coraje, pase lo que pase!»2. Su dedicación es un faro de esperanza mientras trabajan para entrelazar los ricos tapices de la tradición y la modernidad.
Viviendo con Humildad y Sirviendo a la Comunidad
Las enseñanzas de San Arnoldo sobre la humildad resuenan profundamente dentro de estas comunidades, donde el servicio no es solo un deber sino una forma de vida. «La fama es solo humo»3, dijo Arnoldo, y esta filosofía guía a los misioneros mientras se involucran con los jóvenes, fomentando actos de servicio que promueven la unidad y el crecimiento espiritual, honrando su deseo inquebrantable de mantener la paz y la humildad4.
El Poder de la Oración y la Devoción Equilibrada
La oración es la piedra angular del trabajo de los misioneros SVD, canalizando el entusiasmo de San Arnoldo en la introspección y la mejora, «Ora por este pobre pecador, para que pueda corregir mis faltas»5. Abogan por una devoción equilibrada, conscientes del consejo de Arnoldo, «Evita el celo ilimitado»6, mientras guías a los jóvenes con compasión y paciencia.
Cultivando la Paciencia y el Apoyo Mutuo
Haciendo eco del sentimiento de San Arnoldo, «Todo lo bueno crece lentamente»7, los misioneros encarnan la paciencia, especialmente en la alimentación de la madurez espiritual de los jóvenes. La importancia del apoyo comunitario, como se enfatiza en «Apoyarse unos a otros en la oración»8, sigue siendo un pilar fuerte de la vida del pueblo.
La misión en la España rural es un testimonio del poder perdurable de la fe y la importancia de la adaptabilidad, la empatía y la perseverancia ante el cambio. Es un llamado que compromete tanto la transformación personal del misionero como la de la comunidad a la que sirven.
A medida que nos acercamos al día festivo de San Arnoldo Janssen, 15 de enero, los misioneros SVD invitan y animan a todos los feligreses a profundizar su comprensión de la vida de este gran santo y a encarnar sus virtudes en su trabajo misionero dentro y fuera de nuestro pueblo y país.
1 Carta a Anzer, 12 de septiembre de 1879 | 2 Carta a Anzer y todos, Winterswijk, 26 de octubre de 1883 | 3 Carta a Anzer, 30 de enero-9 de febrero de 1880 | 4 Carta a Anzer, Freinademetz, Wewel y Riehm, Steyl, 18 de agosto de 1882 | 5 Carta a Anzer y Freinademetz, 19 de noviembre de 1879 | 6 Carta a Anzer, Steyl, 18 de octubre de 1883 | 7 Carta a Anzer, Steyl, 18 de octubre de 1883 | 8 Carta a Anzer y otros, Venlo, 1 de septiembre de 1888
(por Marlon Vargas Bobier, SVD)