En Zamora septiembre tiene color veraniego, mantiene su embrujo por estar bendecida con su Ribera de Duero. Y qué Duero, y qué Ribera:
La hora ésta no es de siesta, aunque lo parezca. El río tiene desde la mañana la movida, salvadas las distancias, de la calle Santa Clara, abierto su mercado, abiertos sus templos románicos para la misa y la oración y la admiración centenaria, siglos y siglos y actual, moderna:
Tan moderna: ellas alemanas, la del sombrero invitada, la desprotegida, habituada, reside en la capital desde hace 50 años, y tan feliz, tendiendo puentes al centro de Europa:
Una madre pasea todos los días a su niña en el cochecito; la niña de meses manteniendo fija la vista, memorizando tempranera para siempre lo mejor de lo mejor:
Qué destacar. Todo. Y cada detalle:
Ellos, jubilados, cuentan y cuentan, y quieren que sepan de su entusiasmo por su río, su muralla, su puerta de la Lealtad… y «no se pierda Santiago de los Caballeros»:
Ha resultado que ella es del pueblo de Fidel Ferreras Alonso, SVD… Pero admiren sin distracción el primer románico de la capital de Zamora, extramuros:
Amabilísimo el guía y ‘custudio’, que gracias al acuerdo del clero y el ayuntamiento, mantienen las puertas abiertas de todos sus templos. Ejemplo promotor:
Los textos hablan, los monumentos ponen la carne de gallina: qué emociones inolvidables:
Hola Carlos. Disculpa la «desconexión» como bien dices estaba (sigo) por Galicia, tomo el vuelo de regreso hoy a medio día, y no he atendido el mail hasta ahora. Gracias por tus/vuestros buenos deseos por mi cumpleaños, 45 años de vida en una continua acción de gracias por tanto bueno recibido.
Como dices el próximo octubre, junto con dos compañeros/as laicos representaré a los LVD Esp en Nemi, en el encuentro organizado desde el Generalato. Pido a Dios su ayuda para aprender y compartir con tantas y tan buenas gentes la espiritualidad laical y el trabajo conjunto con los Misioneros SVD para una misión Nueva de esta Iglesia que navega, permíteme el simil marino por la influencia gallega, mar adentro en los nuevos retos y nuevas realidades de la misión. A mi vuelta os informaré con una crónica de lo vivido y expresado. Pido vuestra oración junto al cariño que siempre he sentido cercano.
Un fuerte abrazo.
Gonzalo Revert