El día 27 de mayo, en Majadahonda, la Capellanía Filipina celebró la festividad histórico-religiosa denominada «Sagala», o comúnmente conocida como «Santacruzan», con una procesión que forma parte de una celebración Mariana llamada «Flores de Mayo».
Cabe recordar que este festejo Católico rememora la peregrinación que Flavia Helena, madre de Constantino (el que instauró el cristianismo en Roma), realizó a Tierra Santa para buscar reliquias. Cuenta la tradición que una de ellas fue la Cruz -de ahí el nombre- y por ese hallazgo y la influencia en su hijo fue santificada.
La celebración comenzó con una Misa en la Parroquia de Santa Catalina Mártir, y fue presidida por el P. Mark Ramos, SVD. En su homilía remarcó el significado de esta celebración, destacando el encuentro de la Fe en la Cruz de Cristo, símbolo fundamental de la profundidad, del amor, de la fidelidad y de la fe. Santacruzan no es sólo una tradición Filipina sino que debe ser una ocasión para encontrar a Cristo en su cruz. Un encuentro que cambia la vida, como la vida de María cambió cuando encontró la Palabra de Dios que es Jesús; la vida de Isabel y San Juan Bautista, cuando María y Jesús les visitaron y cuando la reina Helena encontró la cruz.
Después de la Eucaristía, a las 17:30 aproximadamente, dio comienzo el acto «Sagala». Durante esta procesión se rezó el Rosario, encabezado por la banda de Tahanan y acompañado de cánticos en honor de nuestra Santísima Madre.
Unas 150 personas de diferentes grupos participaron en la procesión, incluyendo todas las participantes que simbolizan a las Reinas del pasado, todas vestidas con sus mejores atuendos; y destacando la Reina Elena (Niza Claire Sobrio) junto a su hijo Constantino (Eros Malanum). Imagen principal es la de la Virgen María, la Reina principal de la festividad, que nos invita a reconocer la excelencia de la Madre de Dios, nuestro amor filial hacia ella y nos lleva a imitar sus virtudes.
La celebración concluyó en la Parroquia Santa María, con la ofrenda floral. El ofrecer flores a María es como un homenaje que hacemos al propio Creador, que se dignó regalarnos, en la Virgen, la Madre espiritual que tanto necesitamos.
En efecto, ha sido un evento que ha unido a nuestra comunidad parroquial y se ha convertido en un punto importante de la vida cristiana: La unión con Cristo es algo fundamental y nuestro acercamiento a Su Casa debe de tener la finalidad de unir, en el amor a Él, a todos aquellos que lo buscan.
(Escrito por: Bianca Bonoan, Mª. Cristina Talbo Ugalde, Jessica Sarah Piano Ibera.)