La lluvia de Madrid en torno a las 22 horas nos privó de un vídeo propio con saetas en directo, pero YouTube tiene esta atención como consuelo:
Para interiorizar la saeta hace falta… corazón con ejercicio habitual de emociones intensas, y suerte de estar en el momento adecuado con el entorno de personas que viven lo que la cantaora comunica, con palabras y sin ellas. La fe a la saeta la colma.
Todo esto le expresé a Beatriz cuando anoche comenzamos a hablarnos y ella se disculpaba de entrada por estar allí: no soy creyente, soy atea, pero vivo a tope «este espectáculo». En mi interior me pareció pobrísima esta palabra para definir un procesión de Viernes Santo, incluso en el Madrid que no es Sevilla, o el Sur. Y no me callé, se lo solté tan cual, pero con la mejor de mi sonrisa. Estuvimos más de una hora susurrándonos experiencias a lo quedo.