El personaje que presenté en esta página la semana pasada fue María de Nazaret. Lo hice desde el marco narrativo del «evangelio de la infancia» del evangelista san Lucas. Hoy presento a su esposo José desde el marco narrativo del “evangelio de la infancia” del evangelista san Mateo. Son los evangelistas que dedican los dos primeros capítulos de su obra a presentar a Jesús desde su nacimiento y antes. San Lucas lo hace exaltando a María la Virgen, y San Mateo lo hace exaltando a José el Justo.
Comienza el evangelio de Mateo con una larga lista de los antepasados de Jesús: desde Abrahán, pasando por David, hasta José. El texto de Mt 1, 18-25, que se lee en la liturgia del 4º Domingo de Adviento, es una explicación del v. 16 con el que termina la genealogía. Destaca el género literario de “revelaciones en sueños a través de ángeles”. Es una forma de indicar que la historia, en el fondo, responde al plan de Dios. Jesús es concebido por la fuerza del Espíritu de Dios en el seno de una virgen. En él la historia va más allá de todas las posibilidades humanas. Por eso José (1,20) le tiene que aceptar como hijo e imponerle el nombre.
Pero Jesús no es solamente Hijo de Abrahán e Hijo de David. Para conocer su verdadera identidad es necesario remontarse más allá de los antepasados de Israel según la carne, porque Jesús es sobre todo, Hijo de Dios. Veamos cómo expresa Mateo esta convicción de fe.
LECTURA
Mt 1,18-24
18 El nacimiento de Jesús, el Mesías, fue así: su madre María estaba prometida a José y, antes de vivir juntos, resultó que había concebido por la acción del Espíritu Santo. 19 José, su esposo, que era justo y no quería denunciarla, decidió separarse de ella en secreto. 20 Después de tomar esta decisión, el ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo:
–José, hijo de David, no tengas reparo en recibir a María como esposa tuya, pues el hijo que espera viene del Espíritu Santo. 21 Dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados.
22 Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que había anunciado el Señor por el profeta: 23 La virgen concebirá y dará a luz un hijo, a quien pondrán por nombre Emmanuel (que significa: Dios con nosotros).
24 Cuando José despertó del sueño, hizo lo que el ángel del Señor le había mandado: recibió a su esposa 25 y, sin tener relaciones conyugales, ella dio a luz un hijo, al que José puso por nombre Jesús.
Cuando leas
Este texto explica una verdad de fe: Jesús es Hijo de Dios. Para ello sitúa al lector ante José, un varón judío que, en una situación para él incomprensible, decide tomar una opción marcada por la bondad: liberar a María del compromiso matrimonial sin elegir la vía de la denuncia. Cuando José ha tomado esta decisión descubre que, ante el mismo acontecimiento, aún queda otro punto de vista, el de Dios. ¿Cómo se comunica Dios a José? ¿Cómo responde el “justo” José?
Siguiendo un esquema literario típico, el evangelista presenta a Dios comunicando su voluntad mediante un sueño. En medio del conflicto en el que se encuentra, José escucha, obedece y se pone incondicionalmente al servicio del plan de Dios. El hombre que sueña con Dios (Mt 1,20; 2,13.19.22) es calificado como “justo”, siguiendo el modelo de otros grandes personajes del AT, porque busca la voluntad de Dios y, una vez conocida, la pone en práctica con diligencia. El justo José no duda en cambiar sus planes para acoger los de Dios. ¿Cuál era el plan de Dios para su vida? ¿Qué se dice en este pasaje de Jesús, el hijo de José?
Dios anhela realizar su obra de salvación en el mundo y quiere que José tome parte en ella. Aceptando tal responsabilidad, el justo José se coloca al servicio de un niño que en este pasaje es llamado con dos nombres: Jesús, que significa “Dios es salvación”, y Emmanuel, esto es, “Dios con nosotros”. Ambos nombres anticipan su misión como Mesías, si bien su mesianismo tendrá una orientación diferente a la que esperaba Israel, porque su proyecto histórico no se guiará según los planes humanos, sino según el querer de Dios. No en vano este niño es Hijo de Dios, tiene origen divino, viene del Espíritu Santo. Con él se inaugura una nueva creación y en él tendrá lugar la nueva y definitiva alianza.
Cuando medites
Dios irrumpió en la vida de José y le pidió colaboración para realizar su plan salvador en el mundo. Pero esto no fue sólo algo del pasado. Dios continúa cambiando los planes de muchas personas. José le dio su respuesta como creyente y a nosotros nos corresponde hoy darle la nuestra.
¿Cómo y cuándo escuchas al Dios que te habla?
¿Hasta qué punto estás dispuesto a dejar, como el justo José, que los planes de Dios cambien los tuyos?
Cuando ores
Ser una persona disponible y obediente a la voluntad de Dios no es siempre sencillo. Por eso le pedimos que él disponga nuestro corazón y podamos así mantenernos en actitud de discernimiento y acogida de su Palabra.
Da gracias al Señor por la Palabra que nos ha dirigido. Háblale de las dificultades que tienes para ponerte incondicionalmente al servicio de su voluntad. Pide la intercesión del justo José para todos los cristianos. Acoge la luz y la fuerza que Dios te regala.