como obispo auxiliar de Brisbane!
El obispo argentino +, Enrique Angelelli, tiene estas dos valiosas reflexiones que comparto contigo:
Con un oído en el pueblo
y el otro en el Evangelio.
Aniversario de una unción -poesía-
Mi felicitación, oración para tu ministerio
de servicio a la comunidad, y un abrazote,
Euquerio F.
Aniversario de una Unción
Un gesto maduró el Misterio en un hombre
y ungió una vida para una misión;
un Cayado y un Libro iluminaron el camino
para que un pueblo encontrara el Amor.
Fueron jornadas con sabor a Cruz,
fueron racimos maduros para Tí, Señor.
La Unción se hizo Misterio
en la Carne y en la Sangre de Dios.
El Cayado animó la marcha,
el Libro encendió la Luz,
las manos abrieron los surcos
para el hombre necesitado de amor.
¡Doce jornadas… son tuyas, Señor!
Me llamaste para que fuera testigo…
soy débil, soy pobre y con temor.
Tú me dices: «¡No temas!… mi amor te ungió;
no es tuyo lo que llevas… apura la marcha…
te basta mi Palabra… lo demás es ilusión».
También Felipe y Juan, Pedro y Pablo,
aprendieron que el llamado es Misterio,
es muerte, es vida y es misión…
para que en Tí el pueblo encontrara el camino,
en tu Cayado, en tu Libro y en tu Unción.
Y mientras se duerme la tarde de esta jornada
y se perfuma de aceite todo esto que soy yo…
por el Cayado, por el Libro y por la Unción,
déjame que te lo diga: ¡Muchas gracias, Señor!
Enrique Angelelli, 12 de mayo de 1973
en el duodécimo aniversario de mi Consagración Episcopal versos inspirados al despuntar el amanecer de este día
MISIONEROS HOY, nº 35, julio de 1986 pág. 35 / Argentina