Adolfo me ha hecho llegar la noticia del fallecimiento de nuestro buen amigo Erasio Flores. Mientras mi corazón se situaba en el cielo al rescoldo del Padre de la Vida, mis dedos tecleaban buscando en ‘imágenes de Google’; y aquí inserto una, de tiempo reciente.
Pasan los años, aquellos en que tantas veces compartíamos mesa en Madrid, primero cuando vino a hacerse con el español, después cuando asumió la capellanía de los filipinos en Madrid. Estoy seguro que en ésta lo recordarán con fe y un cariño enorme aquellos que todavía siguen vinculados a nuestra capellanía. Me gustaría unirme a ellos en la oración agradecida a Dios por nuestro hermano Erasio.
Como las distancias se imponen, sirva esta página web como lugar de encuentro.