La parroquia es un hogar de dimensiones insospechadas. Para nosotros el día de hoy ha resultado ser la ratificación por excelencia de tal afirmación. ¿Os imagináis? Con la jerarquía en el Carmelo de Aracena, celebrando la profesión de una joven india de Kerala, donde nuestro Varghese, también de Kerala, proclama la Palabra de Dios en su propia lengua, y donde Marcelino se encuentra con una postulante africana que subraya más si cabe nuestra Iglesia Universal y Misionera.
Los padrinos de Sindu (Alfonsa María del Niño Jesús) han sido Ramón y Josefa, canela en rama, de Niebla. Qué menos.