Esta mañana, mientras preparaba yo la proyección de la novena a la Virgen del Pino, un turista alemán entró a contemplar la belleza del templo de Niebla.
Viéndome conectar ordenador y proyector delante de una gran pantalla colocada en el presbiterio se interesó por mi quehacer. Con su medio español y mi cuarto alemán nos presentamos muy cortésmente y me dio a entender que él era Diácono y conocedor de los “Steyler”. ¡Hasta conocemos personalmente y somos admiradores los dos de un gran biblista alemán misionero del Verbo Divino: Ludger Feldkämper.
Cuando se enteró que el tema de reflexión sobre la Virgen María que yo iba a presentar esa tarde se basaba más en los evangelios apócrifos que en los canónicos, dijo con sarcasmo alemán:”Oh, eso no sé si lo aceptaría Ludger!”. Pero cuando contempló las imágenes y cayó en la cuenta de que la reflexión sobre Joaquín y Ana, la Natividad de María y su Presentación en el templo tal como los presentan esos escritos apócrifos nosotros lo celebramos el 26 de Julio, el 8 de Septiembre y el 21 de Noviembre me felicitó: wunderbar.
Con expresiones así de castizas lo reconoce también la gente sencilla de Niebla. Presentar a los santos Joaquín y Ana no sólo como los padres de María sino como los abuelos de Jesús es algo que enorgullece a nuestros abuelos de hoy.