-Creo en ellos, los misioneros.
Y le pregunto el porqué:
-Porque están donde están.
Y me habla de la hermana de su madre:
-Se marcharon de España porque no ‘encajaban’ en aquellos años de Franco. Emigraron a la Argentina, dificultades casi todas. A los años, sufrieron ‘el corralito’…
Entro en relatos de aquel tiempo: «El corralito terminó un año más tarde, después de que el Gobierno argentino fue capaz de pagar la deuda de 11.073 millones de dólares».
-Se fueron a refugiar en Venezuela: Allí está mi tía, con el hijo que le queda; tiene noventa y… años. ¡Qué mala suerte, qué vida!… Y los misioneros dedican su vida a vivir con ellos.
Así piensa la que me ha atendido en los previos a las biopsias. Y me quedo con la conversación y con alegría interior. Ya en casa, a lo que más me atrae: desentrañar nuestro entorno. Y leo en prensa seria: «Quien ama tiene la alegría de la esperanza, de llegar a encontrar el gran amor que es el Señor», ha dicho Francisco durante su catequesis este miércoles». Y he buscado fotos de un vídeo que encontré hace poco de este compañero nuestro; te las comparto como hace unas semanas te compartí el vídeo entero:
JC