LA MEMORIA HERIDA
La madrugada del día 8 de marzo del 2018 trajo una lluvia y fuertes vientos en la Comunidad de Andalucía y por la mañana todo sabía a fiesta, la celebración del – “Día Internacional de la Mujer” organizada desde la Asociación La Casa de Todos en colaboración con la Asociación Marroquí – Para La Integración De Los Inmigrantes.
“La Asociación La Casa de Todos tiene como objetivo principal el desarrollo social y educativo de las familias y personas en situación de vulnerabilidad o riego de exclusión, u otras situaciones emergentes de necesidad social. Trabajamos fundamentalmente con familias, de nacionalidades diversas, que viven en el barrio de La Plata, en el distrito Cerro-Amate. La búsqueda de respuestas solidarias movilizó a tres instituciones religiosas de la zona, Misioneros del Verbo Divino, Hermanitas de la Asunción y Hermanos Maristas, en los inicios fundacionales en el año 2009. Hoy las personas que forman la asociación La Casa de Todos, voluntarias y voluntarios de diversidad confesional y aconfesional, precedentes de múltiples esferas profesionales, intervienen con las familias desde una perspectiva biopsicosocial, procurando un aumento de los niveles de bienestar”.
El Día Internacional de la Mujer nos hizo reflexionar sobre el sentido de la vida de las mujeres inmigrantes y la libertad religiosa. Partimos del supuesto de que la libertad religiosa no contradice el mandato de la Iglesia, sino la manifiesta en las relaciones humanas y la define como expresión del acto de fe personal.
Participamos de la celebración mujeres (niños) y hombres de diversas nacionalidades procedentes: Marruecos, Nigeria, Rumania, Paraguay, Angola, Honduras y España. La Administración de la Junta de Andalucía se hizo representada por Luisa María Palacio (Servicios Sociales, Ayuntamiento) y Fátima (Centros Cívicos). Ellas nos comentaron de sus experiencias laborales con familias desfavorecidas y con estructuras vulnerables. La valoración de esta realidad permite comprender que la “interculturalidad” define la expresión del amor al prójimo desde el respeto y la tolerancia. Respeto y tolerancia suponen dinamizar estas cuatro áreas que se retroalimentan: compromiso, justicia, dignidad humana e inclusión. Por ello, son claves para la convivencia y bienestar social.
Más allá de las diferencias culturales que nos divergen, todos hemos coincidido que el mensaje del Evangelio nos une y hace posible el diálogo y la convivencia entre los hombres y mujeres. La dignidad humana está en el centro de cualquier interés personal. Madre Teresa de Calcuta decía: “Voy a pasar por la vida una sola vez, cualquier cosa buena que yo pueda hacer a uno de mis hermanos, debo hacerlo ahora, porque no volveré a pasar por aquí”. Por este motivo, la asociación La Casa de Todos, entendida sin ánimo de lucro, no se entiende por lo que hace sino por lo que es. Como representante de las tres instituciones, creo que la participación responsable de todos requiere estar formado e informado.