A las 10 y minutos, sentado delante de la tele con la IXUS 115 HS, previo aviso de nuestro hermano Hipólito, he admirado a nuestro compañero por su naturalidad, su sonrisa, por sus palabras sobrias acordes a un programa breve pero obra de arte en su composición, su ejecución. Enhorabuena.
La directora del programa, programa sobre la salud en estas fechas navideñas, fecha de partos, de madres y niños que llegan a la vida, la directora ha propuesto a la audiencia un cauce solidario: pienso que iniciativa de TELEMADRID más que del misionero. Me quedo tras lo visto y oído, admirando que ‘en este mundo nuestro’, hay montón de personas con corazón y capacidad de reacción. No lo han dicho en la tele, pero sé que todo procede de una periodista en la misa dominical de Hipólito, que lo aborda al finalizar la celebración y le pide con empujón, que se ponga delante de la tele y se exprese de la misma manera que ha predicado en misa: con alma, con fe en lo divino y en la naturaleza humana, todo lo nuestro aquí en la tierra. ¡Qué bien! (JC).