LA MIRADA DEL CRISTO DE JAVIER
Jesús,
tu mirada sonriente desde la cruz,
¡cómo me duele!…
al no ser yo capaz de mirarte,
con la sonrisa de dulzura
que tu humanidad sangrante
me mira complaciente.
Ahí estás, sonriendo, clavado,
atornillado, desvestido, rasgado,
donado que acoge y ama,
colirio de mis ojos, luz de mi ceguera,
enciende mi mirada,
siembra la Palabra misionera,
que tu Padre Dios te encomendara,
y que Francisco de Javier,
corazón en llama anunciara.
Jesús,
bien lo sé, no me basta con mirarte…,
dame valor para no rechazar mi cruz,
ser como tú en el dolor
mirada misericordiosa que sonría,
acoja, perdone, abrace,
ame con la unción de tu sonrisa en sangre;
haz mi mirar mirada de valía,
mire a quienes dulcemente miraste,
acoja, abrace, ame como tú lo hicieras,
con los excluidos de pan, desechados
de cariño, olvidados, tirados,
y gozar junto a Francisco de Javier,
al final de mi tarea de tu mirada sonriente,
tierna, misericordiosa en cruz glorificada,
toda ella blanca, limpia, entera.
Simón Inza SVD, en el día de San Francisco Javier