Del Prefacio propio SVD: Testigo del amor de Dios y de la misión de la Iglesia
En verdad es justo darte gracias y es bueno cantar tu gloria,
Padre Santo, Dios rico en misericordia,
que has obrado la salvación del género humano
en Cristo Jesús, nuestro Señor.
Tú nos concedes la alegría de celebrar la fiesta de San José (Freinademetz),
pastor según tu corazón y
evangelizador fervoroso del pueblo chino.
En su fe inconmovible
nos ofreces una segura luz para nuestros pasos
y en su incansable caridad
nos señalas el camino evangélico
que une las razas, culturas y naciones.
Con serena fortaleza él abrazó la cruz,
confiando en el Corazón traspasado de tu Hijo,
del cual has hecho surgir la Iglesia
madre de nuevos pueblos
y protectora de los pequeños y de los excluidos.
Por esta señal de tu bondad,
unidos a los ángeles y a los santos
te cantamos con voz unánime
el himno de tu gloria: