Mirek, el capellán SVD, vive intensamente con su capellanía polaca este y otros momentos marianos. Y la Providencia ayuda. La misa es en español, ahí en la misma cueva; él preside y tan gratamente acompañado por jóvenes sacerdotes, dos de India y dos de Sri Lanka. Ellos no son SVD, por lo que se benefician de una doble circunstancia: la religiosa, y la de experimentar cómo es esta Europa-Misión, donde los Misioneros del Verbo Divino ejercen su carisma haciendo visible y normalizada la interculturalidad mundial. A la Virgen de Lourdes las gracias por tanto beneficio dispensado. Los peregrinos son los que se ven, y los que en Madrid complementan una comunidad de centenares, perfectamente ensamblados en la Archidiócesis de don Carlos Osoro.