Me preguntan discretamente desde Togo, pero no sólo desde Togo; también aquí en Niebla los parroquianos, que lo quieren, desean tener la seguridad que Marcelino se encuentra contento y feliz con ellos.
Ha sido Mercedes del Pino, la fotógrafa en el bautizo de Javi, quien providencialmente me facilita la respuesta a todos: miradle, voilà.