Ciudad de México (8-06-17)
— Cuba 25 años después — ¿HAY CAMBIOS EN LA RELACIÓN DEL PARTIDO CON LA IGESIA?
Visité a nuestros compañeros en los inicios de nuestra misión en Cuba; de finales de 1988 hasta mediados de 1996. Y unos buenos amigos me preguntan si en mi reciente viaje he encontrado diferencias en el aspecto religioso o eclesial.
En mi opinión sí hay cambios positivos en la relación del Estado con la Iglesia. Ahora hay mayor tolerancia, respeto, e incluso cierta colaboración. Y sobre todo ya no hay miedo en los fieles que se acercan al templo, aunque todavía se sienten observados. Me dicen que algunos miembros del partido participan como católicos comunistas.
Este año fue novedad para mí que realizamos el Via Crucis del Viernes Santo alrededor de la plaza principal de Yara.
Fue el Papa Benedicto XVI quien logró de Fidel Castro que el Viernes Santo fuera feriado y se permitieran los Via Crucis en la calle. Anteriormente Juan Pablo II había logrado que el día de Navidad también fuera feriado. Ahora, en Navidad, las series de luces de colores en la torre llaman la atención de pequeños y grandes.
En Mayarí hicimos la procesión con el Santo Patrón en las calles próximas al templo. Por supuesto, siempre solicitando los permisos correspondientes. Y apoyados con la policía de tránsito en los cruces.
Hace años la situación era muy distinta. En Preston celebramos la Vigilia Pascual. Le propuse a la Sra. Juana que hiciéramos la fogata fuera del templo. Me dijo que no se había hecho nunca; estaba asustada; temía que nos llamaran la atención. Y como se fue la luz, la fogata estuvo de primera.
En Sagua de Tánamo el ritual se repetía cada día. Junto al templo sin techo ponían la “guagua” con música a tope simplemente para fastidiar. Últimamente dieron permiso para techar el templo. Ya casi está concluido. Antes, no había permiso porque no había cemento, aunque hubiera centavos de los católicos de Alemania. La razón: no era prioridad. Ahora, en contraste, avisaron a la Casa de la Cultura cuando comenzábamos la misa y apagaron el sonido.
En Cayo Mambí, hace años, celebré la misa entre dos paredes de madera sin techo. Unas señoras siguieron reuniéndose en ese lugar para hacer oración. Llevaban sus taburetes defendiendo el derecho al terreno. Hoy he visto los cimientos del futuro templo. La comunidad está orgullosa y contentísima.
Me dicen que hace años insultaban a quien llevara una cruz al cuello. Hoy se ven en jóvenes y mayores, y la mayoría no serán creyentes.
Hay Comités del Partido más dialogantes y menos dialogantes. Depende de los lugares. Pero, como en todo, cuenta mucho cómo es la relación del párroco y de las personas de la comunidad cristiana con los miembros del partido. Por ejemplo, al P. Remi, párroco de Yara, le saludan hasta los perros. Saluda y se para a hablar con todos. Es uno más de la comunidad. En palabras del Papa Francisco “tiene olor a ovejas”.
Y qué gratificante es escuchar, de quienes no frecuentan el templo, que en las comunidades de los católicos “se nota algo distinto”. ¿Será que ven que se ayudan, que se quieren, que son felices?
Joaquín Azcona, svd