La frase es de Lucas (Lc 5,11); yo la refiero a los seis misioneros que formamos esta comunidad del Verbo Divino en Dueñas. También nosotros, como Simón y sus compañeros, hemos dejado todo para seguir a Jesús. Yo dejé las frondosas choperas del río Órbigo, otros dos dejaron los valles de la Valdería leonesa, el cuarto las playas del Lago de Sanabria, el quinto los pinares de Almazán, y, el más veterano de todos, dejó que siguieran río abajo las frescas aguas del Urederra, que nace de las entrañas de la sierra de Urbasa. Poner aquí nuestros nombres Martín, Santiago, José, Euquerio, Juan Antonio y Eugenio importa menos ahora, con tal que estén escritos en el cielo (Lc 10,20). Como aquellos primeros enviados por Jesús, también nosotros hemos recorrido aldeas anunciando el evangelio y curando por todas partes (Lc 9,6). Hemos sembrado la Palabra en Navarra, Zamora, Sevilla, Huelva, Madrid, Brasil, Paraguay, México, Guatemala, Colombia… El mundo ha sido y sigue siendo nuestra sementera. Ahora, con años y enfermedades que encorvan más que enderezan, nos hemos reunido en este oasis de la estepa castellana no sólo para recordarnos unos a otros cuándo tenemos que tomar el sintrom o las pastillas de la diabetes, sino también para recordarnos que seguimos siendo Misioneros del Verbo Divino. Nuestra misión ahora se reduce a unas pequeñas parroquias vecinas a Dueñas y a testimoniar nuestra vocación misionera en esta casa de acogida. Quien desee conocernos que se acerque. Aquí le indicaremos que a quien hay que mirar y admirar es a Jesús y a su Mensaje; para eso estamos.
Dejaron todo y lo siguieron
por SVD España | Oct 16, 2009 | 1 MISIÓN, 1.2 España SVD