El que usted sea negro nos ha salvado. ¡Qué bendición, Señor!
Iba en autobús, ya entrada la noche acompañado de poca gente, unas cuantas señoras de cierta edad, de pronto se subieron tres jóvenes de una pinta sospechosa. Me miran, los miro y deciden bajarse. “Vámonos que este es de los nuestros, les oigo decir”. Y una de las señoras me abraza y dice. Por ser negro usted nos ha salvado. Llegué a casa y se lo conté a Fernando, se lo creyó. Me dijo “tal vez notaron que eras padresito”. Fernando Vllanueva es un maestro en el arte de conocer y tratar a estos jóvenes de estas condiciones sociales.
Ya hemos llegado al tercer día del encuentro. Esta mañana llegué al desayuno dos minutos tarde; me tocó sentarme al lado de John Kwamevi CUDJOE, joven de mirada profunda y brillante. Con cara de niño y cumplidos los 42. Vive en el suburbio de Guayaquil y desde hace unos meses es el nuevo Provincial de Ecuador. Es de nacionalidad Ghanesa. Se le nota enamorado de Guayaquil de mis amores.
Cuando le pregunté por los compañeros Fernando Villanueva, Lauren Fernández, Juanjo Donázar, enseguida me contó algo de cada uno y de todos me habló muy positivamente, de lo cual me alegro.
Cuando empezó su trabajo en el Güasmo, barrio de invasión en Guayaquil, él vivía con Fernando y se instruyó con él en la atención a los jóvenes cuyo oficio es apoderarse de lo ajeno para sobrevivir. Organizados en bandas, no quedaba otra que unirse a ellos para poder entenderlos y ayudarles.
¡Con qué emoción me habla! Cuando le mencioné el Colegio del Verbo Divino de Guaranda, me contó lo que le pasó cuando querían comprar un terreno para construir una iglesia.
Fue pronunciar Verbo Divino y el abogado del Estado, que ya le había dicho que era imposible que el Gobierno aceptara esa propuesta de parte de la Iglesia católica, por encontrarse en un área de Seguridad Nacional y que la Gobernación de la Ciudad no iba a permitirlo, me dijo: «venga usted mañana pues tengo que consultarlo”.
Había cambiado de opinión. «Padre, yo soy alumno del colegio del Verbo Divino de Guaranda y no les puedo perdonar que hayan entregado ese colegio pues era la mejor obra que hacía la congregación: trabajar por la educación y la cultura de nuestro pueblo, y con aquellos métodos tan adelantados traídos de Europa. Mi experiencia es extraordinaria, dijo. Pero bueno mañana hablamos».
En el terreno adquirido se construyó no solo la iglesia sino también un centro de trabajo de promoción y atención a la juventud –marginada y desorientada-. El nombre del Verbo Divino una vez más fue providencial.
Interculturalidad… Misa en Español en la capilla grande…
Comida al lado de John Cobina BISSUE de Togo que ha trabajado en Colombia -actualmente el ecónomo de la casa de Nemi- me habló de Albizu y de Mateo, también de Juanjo Ortigosa muy bien por cierto. Que le digas a Félix que lo estoy esperando me dice, para que venga unos días a descansar a Nemi.
Hoy día de S. Luis Gonzaga hemos dedicado el día a las finanzas y a saber de votaciones según las constituciones. Un día difícil, sobre todo para nuestro traductor Pedro pues los ponentes entre derecho civil, canónico, público y privado. Fundaciones, personas jurídicas y personas físicas, se han ido alargando en conceptos difíciles de asimilar en una charla. En fin, pareciera que estábamos en clase de Derecho Canónico y Civil al mismo tiempo.
Lo que más claro nos ha quedado es que sin medios económicos no se puede llevar a cabo la misión. Y que todo es propiedad de la Congregación por derecho pontificio. Con lo cual la ley de los vasos comunicantes tiene que funcionar. Si no funciona algo anda mal en nuestra fraternidad congregacional.
La mesa de trabajo la ha coordinado Modesto. Y aunque ha tenido poco trabajo lo ha hecho muy bien.
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Por nuestra cuenta, ecos a estas crónicas de Macario…
-Como decía en la tele alguien: «Es un chaparrón lo que nos está cayendo en esta redacción», aquí con agradecimientos a Macario por su labor también en la información.
– Se me ocurre ante esta frase encontrada por aquí al lado: «Francisco puede ayudar a una alicaída Iglesia chilena a cumplir su misión». Nosotros de alicaídos nada, por lo que leemos… pero… ¿Y si todo el grupo de Nemi os hacéis invitar una mañana de estas a desayunar un tazón de leche con Francisco en su residencia, previa misa juntos en su capillita abierta a los que caben? Dejaría en cada uno una influyente marca por días sin término, seguro.