Ha salido a colación hace minutos.
Macario: Arnoldo envió pronto (década del 1890) misioneros a Argentina; pero, el barco en el que viajaban arribó en Brasil, en el Estado Espíritu Santo, y, de novela…
Anselmo: Y sí, se enteraron unos inmigrantes alemanes en el puerto que en el barco había unos sacerdotes procedentes de Alemania y los localizaron, los invitaron (serían horas) a ver dónde vivía una colonia alemana, y tales fueron las conversaciones que, los misioneros SVD se quedaron con ‘sus’ emigrantes. Cosas del Espíritu Santo. Y así lo entendió Arnoldo Janssen cuando recibió la carta de solicitud, firmada de puño y letra por una aguerrida comisión. En 1895 ya quedó formalizada la presencia SVD en Brasil.
A consecuencia del mérito y protección que tienen en el archivo general SVD-ROMA muchísimos documentos, desconocemos aquí cuántas otras veces ‘secuestros’ semejantes han ocurrido a nuestros misioneros. Lo cierto es que hoy día pueden ocurrir sucesos tales, más cuando un SVD en tránsito cae bien en una comunidad inmigrante o en una diócesis necesitada de buenos curas. El Espíritu del Señor hace maravillas.