Hay quienes, en vacaciones, programan objetivos a partir de agencias, todo en un lote, qué comodidad. Hay quienes utilizan sus vacaciones para trabajar porque son así, imparables por inquietos como N.N. que viajan hoy a la Granja de Moreruela para arreglar un muro caído y de paso modificar unas pocilgas muro adentro, como gesto de memoria histórica familiar, pura nostalgia. Hay quienes sin esperarlo se encuentran, como este fotógrafo hoy, con estos recovecos ‘sorprendentes’ que provocan lo mínimo una sonrisa placentera. En agosto todavía verano.