Sorpréndenos cada día, Jesús.
Muéstranos la alegría de vivir
regalando alegría y tiempo,
sabiduría y compañía,
abrazos y perdones,
escuchas y silencios,
lágrimas, dolores e indignaciones,
fidelidades de por vida,
amores que nunca mueren,
y dar la vida,
siempre dar la vida
para dar vida.
Sorpréndenos cada día
como hoy, Jesús.