“El pueblo que andaba en tinieblas vio una gran luz.
Los que vivían en tierra de sombras, una luz brilló sobre ellos.
Porque nos ha nacido un niño, un hijo se no ha dado” Is 9, 2.5a
La iglesia de Nuestra Señora de la Paz, sede de la Capellanía Polaca en Madrid, se llenó del espíritu de alegría y de esperanza que nos ha dejado el nacimiento del Niño Jesús.
En una celebración eucarística presidida por el capellán Miroslaw Baran, los inmigrantes polacos pudieran agradecer a Dios por poder, una vez más, reunirse en familia y celebrar el misterio de la Encarnación del Verbo Divino.
Después de la celebración, la capellanía nos brindó un fabuloso espectáculo animado por los solistas del coro polaco “Slask” que interpretó con arte y encanto villancicos polacos y canciones navideñas del patrimonio cultural clásico.
El grupo que se presentó contaba con 17 coristas, pero en su totalidad está compuesto por 115 personas y es uno de los grupos más famosos en Polonia. Como el grupo cumplía 60 años de existencia, después del espectáculo todos fueron invitados a compartir una tarta y una copa de vino y felicitar a los cantantes.
Lo más bonito de todo fue ver como el nacimiento del Hijo de Dios, al encarnarse en cada cultura, es un símbolo de alegría y de vida nueva. Hasta la fiesta del Bautismo del Señor gozaremos de esta dinámica espiritualidad que nos proporciona el tiempo de Navidad.
Allancastro, SVD
