Georg Christl, un día tal como hoy en el año 2005, en la Casa José Freinademetz – Sao Paulo Brasil, entregaba su larga vida en las manos del Eterno, este hombre que 15 días después hubiera alcanzado la edad de 101 años. Había nacido en Altenbruch, Alemania, el día 29 de febrero del año 1904; en 1931 ingresó en los Misioneros del Verbo Divino y en 1936 fue ordenado sacerdote y destinado a las misiones que el P. Freinademetz había fundado en China. Allí trabajó hasta que la revolución Revolución Cultural Proletaria de Mao Tse-tung hizo que el Comunismo se convirtiera en la religión del pueblo, expulsando a todos los extranjeros “misioneros” de religiones extrañas.
Cientos de Misioneros del Verbo Divino fueron expulsados de China y los superiores los repartieron por otras misiones ya existentes. Jorge terminó en Brasil.
Este hombre que disfrutaba en las reuniones de religiosos jóvenes, siempre participaba hasta de los partidos de futbol, decía “así me mantengo en forma para seguir anunciando el Evangelio” un día fue capaz de presentarse en la Policía de Tráfico, cuando cumplió los 90, y decirle al Jefe de la Comisaría que él tomara la decisión que más conviniera: o le renovaba su permiso de conducir o le ponía un chofer, pues él debía visitar las favelas y chabolas de los suburbios de São Paulo, pues “allí me espera todos los días mi gente”. El Policía le sonrió y le renovó el permiso. Desgraciadamente nuestro héroe, a los 95 años la diabetes le obligó a quedarse en silla de ruedas pues tuvieron que amputarle las dos piernas, pero no perdió ni la sonrisa ni la alegría contagiosa. Hasta el final. Hoy recordamos con simpatía y cariño su partida hacia la Eternidad.
Macario Villalón.
Compañero de Misión / en Brasil
