En Familia
Un plato caliente para mi hermano
La situación económica de Cuba es cada vez más compleja y difícil. La crisis energética y los bajos salarios no alcanzan para disponer de los productos básicos en los mercados.
En medio de esta realidad, el proyecto “Un plato caliente para mi hermano” de la Parroquia Santa Lucía de La Habana presta un gran servicio a personas ancianas o con discapacidad. Reciben almuerzo dos veces por la semana. También un módulo de aseo, al menos cada dos meses. La mayoría viven solas y algunas andan deambulando por las calles. Los misioneros del Verbo Divino (SVD) junto con las Siervas del Espíritu Santo (SSpS), apoyados por varias laicas comprometidas, llevan adelante este proyecto. Unas elaboran la comida y otras las llevan a quienes no pueden salir de su casa.
Este servicio ha despertado la sensibilidad hacia los pobres en los miembros de la comunidad parroquial. La tarea no es fácil, pero vale la pena el cansancio cuando uno ve la sonrisa en la cara de estas personas al recibir su comida caliente.
Responsable
Soy P. Francis Ylagan, misionero filipino del Verbo Divino. Llevo 22 años en Cuba, atendiendo dos parroquias en La Habana. Priorizo la atención de los ancianos y de los enfermos con el servicio del Comedor para personas de bajos recursos en la Parroquia Sta. Lucía, de La Habana.
Actividades
- Mejorar la calidad de los alimentos.
- Adquirir utensilios de cocina y comedor.
Beneficiarios
- 80 personas mayores con bajos recursos.