Estas mujeres de renta familiar en el umbral de la pobreza sostienen la familia a través de la elaboración de pan, galletas, panetones.

Con la fabricación y venta del pan y galletas, no solo reducen las causas de desnutrición, sino que promueven el desarrollo integral de sus hijos. Lo hacen participando activamente en el programa de preservación cultural del municipio.

Los niños adquieren conocimientos y disciplina. Interactúan socialmente participando en las clases de danza, capoeira y congada, danzas de origen africano que forman parte de sus raíces y de su cultura.

Esperamos que con vuestra colaboración este barrio de El Dorado, ciudad que, como su nombre indica, fue una mina de oro, hoy tienen demasiada miseria que remediar.