Francisco · Jesús también cuenta contigo

 

  1. Introducción

Desde el Vaticano II, los laicos han sido el foco de atención en la vida y misión de la Iglesia. Nosotros, los Misioneros del Verbo Divino, promovemos la colaboración de los laicos desde el principio de nuestra Congregación, capacitando a los socios laicos en nuestras iniciativas misioneras. El mismo espíritu se hace eco en los subsiguientes capítulos generales. Esta preocupación se ha vuelto muy urgente y esencial en el mundo de hoy debido a muchas razones socio-económicas y culturales. Este breve artículo reflexivo destaca la importancia de la colaboración de los laicos en misión para la misión mundial de la Congregación del Verbo Divino.

  1. La Importancia de los Misioneros Laicos en la Historia de la Congregación
  1. a) San Arnoldo y los primeros trabajadores en Steyl

Después de la compra de la primera casa en Steyl el 16 de junio de 1875, Arnoldo estaba feliz de tener un carpintero competente, Heirich (Erlemann) que tenía el deseo de ser sacerdote misionero. Muchos hombres y mujeres laicos de Steyl, Tegelen, Venlo y de la cercana Alemania ayudaron en la nueva casa misionera desde sus comienzos. La señorita Helen Wolters, los hermanos Cleophas, José Stute y Anton Craghs eran personas comprometidas al servicio de la Congregación. José Statute, vino de Alemania a Steyl, siendo muy joven, de enero de 1867 hasta 1882, estableciéndose  y administrando la primera imprenta en Steyl.

  1. b) La familia Cleophas:

La familia Cleophas de Steyl ayudó a la nueva casa misionera en diversas maneras. Durante la Misa de apertura de la Casa Misionera el 8 de septiembre de 1875 en la Iglesia Parroquial de Steyl, el señor Cleophas tocó el órgano y dirigió el coro. Lidwina Cleophas se encargó que el almuerzo estuviera listo a tiempo. Al principio de cada semana, su hijo Henry traía la ropa del seminario y al final de la semana la regresaba. La familia también se encargaba de la ropa de Arnoldo Janssen. Las dos hijas, Anna y Liese, con Minna Van Dijk, asistieron a la devoción de mayo en la capilla de la casa misionera y ayudaron con el canto.

La Importancia de los Colaboradores Laicos en la Vida y Misión de la Congregación

  1. c) Helen Wolters: Helen Wolters fue una comerciante en Venlo. Pertenecía a los primeros bienhechores locales de la nueva casa misionera. Ella también inspiró a otros a ayudar en la casa misionera. Las señoras que trajo para la apertura el 8 de septiembre de 1875 “estaban tan conmovidas por la pobreza de la casa que en los días siguientes, dos carretas con todo tipo de muebles y mercaderías llegaron de Venlo” (Josef Alt Journey in faith, pág. 79, 83, 85).
  1. d) Anton Craghs:

Anton Craghs vino a Steyl de Walbeck cerca de Kevelar, Alemania en 1877 junto con su hijo William de diez años y medio. Fue una de las personalidades importantes y, al mismo tiempo, un gran apoyo en cuestiones materiales. Entendía perfectamente cómo conseguir las tierras vecinas de la gente. Así, poco a poco compró el jardín, las dunas y otros pedazos de tierra; pieza por pieza por muy poco dinero. Exitosamente pedía a los agricultores en el lado alemán de la frontera comida para la casa misionera. Desde 1880 distribuyó el Almanaque de San Miguel en toda Alemania, hasta la frontera austriaca y también en Holanda. Trabajó en el jardín, arreglaba caminos, cuidaba de los pájaros del parque y consiguió el primer pequeño caballo en Steyl. Su hijo William fue ordenado sacerdote SVD en 1889, su hija María entró con las Hermanas Misioneras Siervas del Espíritu Santo en 1894 y recibió el nombre religioso de hermana Dominica. A principios de 1897 se enfermó y murió el 22 de abril de 1897 (De las Memorias del Hno. Martinus-Jurgens, Steyl, 2011).

  1. San Arnoldo y el Movimiento de Retiros San Arnoldo no era naturalmente un predicador con talento o un orador. Fue asombroso notar que en 1909, los participantes de los retiros en la casa misionera de San Miguel sumaban 63.513 en 572 grupos mientras que la casa albergaba a más de 500 seminaristas y hermanos al mismo tiempo. Se consideraba un floreciente y exitoso movimiento de retiros en el que sacerdotes, laicos y mujeres tomaban parte de los mismos.

Los Misioneros del Verbo estábamos 17 años por delante de los jesuitas y 16 años por delante de los capuchinos. Cuando los jesuitas holandeses quisieron abrir la casa de retiro en Venlo en 1908, el obispo Drehmans de Roermond les aconsejó: “Pónganse en contacto con el Superior General de Steyl. Hizo un gran trabajo en este campo, tiene una rica experiencia y puede ayudarlos”. (Arnoldus Spirituality in our Reality por Ittoop Pannikulam, SVD) Este apostolado de retiros para los laicos generó muchos amigos y bienhechores para la nueva congregación misionera. La colaboración de los laicos se convirtió en un gran apoyo para la pionera empresa misionera.

  1. El Movimiento del Apostolado de la Oración

Incluso antes de fundar la Congregación SVD en 1875, San Arnoldo se involucró como promotor del Apostolado de la Oración en su diócesis de Muenster alrededor del 1865.

Viajó extensamente en Alemania para promover este movimiento. El efecto de este movimiento en P. Arnoldo es digno de mención; según Hermann Fischer SVD: “No hay duda de que, además de la gracia de Dios, la introducción de Arnoldo Janssen al Apostolado de la Oración y su espíritu fue responsable de su amplia perspectiva. Su entrega firme y generosa a la “Voluntad de Jesús”, como lo expresó, y su apoyo a la difusión del reino de Dios en la tierra, el victorioso retorno de los cristianos separados y la salvación de los no cristianos, todo esto sentó las bases del trabajo misionero de Steyl. Los últimos cuarenta años de su vida surgieron del fuego de este amor apostólico.” (You are the temple of the Holy Spirit, p. 12).

  1. San Arnoldo y el Apostolado de la Imprenta

Arnoldo era un visionario y quería promover la idea de la misión mundial. En 1874 en Kempen, publicó la primera copia del Pequeño Mensajero del Sagrado Corazón. Con esto pudo informar a los lectores sobre su idea de misión y también atrajo muchas vocaciones a las tres congregaciones misioneras. Por medio de la revista, la beata María Helena llegó a conocer San Miguel, en Steyl. Por  sugerencia del editor holandes Henri Bogaerts, P. Arnoldo fundó el 6 de enero de 1878 Die Heilige Stadt Gottes, una revista de la familia católica. Fue una semanal con ocho páginas y se hizo popular en Alemania y los países vecinos. En 1880, el Almanaque de San Miguel fue impreso en alemán y holandés. El Dr. Kolbe, un laico, fue el primer editor y en 1900 había 500.000 lectores. En 1909, nuestra prensa en Steyl, bastante moderna y famosa, imprimió 220.000 Stadt Gottes y 690.000 calendarios de San Miguel. Arnoldo utilizó los medios impresos para comunicar el gran sueño misionero y muchos colaboradores laicos se unieron a sus grandes empresas al imprimir, distribuir y recoger las suscripciones para las revistas misioneras. Sus lectores se convirtieron en sus colaboradores  ganando los corazones de muchos laicos.

  1. Socios Laicos y Los Capítulos Generales SVD

El Primer Capítulo General de la Congregación llevado a cabo en Steyl (1884-1886), discutió los rasgos esenciales de iniciar un Instituto de Cooperadores Seculares para ayudar a las misiones el 27, 28 y 30 de enero de 1885. Algunas personas piadosas que viven en el mundo deseaban unirse a nosotros en nuestros esfuerzos espirituales. Se resolvió ofrecerles la posibilidad estableciendo un instituto de cooperadores seculares como auxiliares de misión. Se resolvió concederles una parte en todas las buenas obras y oraciones de la Congregación. Los ayudantes de la misión tenían que estar dispuestos a llevar una buena vida cristiana, a unirse a la “Espiritualidad en los esfuerzos de la Congregación del Verbo Divino”. Sólo el Superior General y aquellos que él delegue tienen el derecho de aceptar a alguien como ayudante en la misión, participando así en las buenas obras de la Congregación.

La Congregación del Verbo Divino proclamará cada mes “siempre que sea posible el primer lunes, en cada comunidad grande de la Congregación, una misa para los ayudantes de misión y sus intenciones, y los miembros de la Congregación están invitados a ofrecer la Santa Comunión para La misma intención. Al mismo tiempo, se invita a los ayudantes a encomendar a Dios el Espíritu Santo en la comunión o en sus oraciones, si es posible en este día u otro día, las obras y las intenciones de la Congregación” (Josef Alt, Journey in Faith, pp. 213 – 214).

En agosto de 1986, en preparación para el 13º Capítulo General de 1988, todo el volumen de “Testimoniando al Verbo” Nº 10 fue sobre el tema “El Rol de los Laicos y Nuestra Tarea Misionera”. Desde 1988 la posición oficial de la Congregación en relación con esta cuestión de la Colaboración de los Laicos se ha dejado a la iniciativa de las provincias/regiones debido a la gran variedad de formas y maneras de colaboración desde una diversidad de situaciones concretas.

De esta directiva del Capítulo General está claro que estamos llamados a explorar la expresión laica del carisma del fundador en nuestras propias provincias y regiones. Hace poco, el 16º Capítulo General de 2006 aprobó dos recomendaciones con respecto a “La Participación/Colaboración de los Laicos”:

 Que los Misioneros del Verbo Divino apoyen y fortalezcan el proyecto de colaboración con los laicos en las diferentes provincias/regiones, zonas/ sub-zonas y promuevan tal proyecto donde no exista.

 Que la Congregación promueva, donde sea posible, la participación de los laicos en las sesiones pertinentes dentro de nuestras Asambleas y Capítulo Provinciales en línea con los estatutos para Capítulos, nuestra formación inicial y permanente, administración y trabajo misionero ad gentes.

La segunda recomendación fue reafirmada en el 17º Capítulo General del 2012. Podemos actualizar esta colaboración SVD laica mediante la oración, la asociación en la misión y en la oración.

  1. Conclusión

La Congregación del Verbo Divino está íntimamente conectada a la colaboración de laicos en la misión desde su mismo comienzo. Aunque este espíritu todavía está vivo, en algún lugar del camino, perdió su enfoque y prioridad. Pero hoy, con los tiempos cambiantes, esta visión de la colaboración de los laicos ha sido redescubierta. En varias partes del mundo, religiosos, religiosas y sacerdotes no están oficialmente autorizados a trabajar. Aquí, los colaboradores laicos pueden ser de mucha ayuda en la misión. Por otra parte, las vocaciones religiosas están disminuyendo en la Congregación, en este contexto para continuar la obra y visión misionera de San Arnoldo, necesitamos más voluntarios laicos para continuar su trabajo. Se espera que cada provincia, región y misión tome en serio esta situación emergente y tome medidas para organizar oficialmente, animar y reconocer a los laicos como colaboradores SVD en el mundo de hoy. ¡Que San Arnoldo interceda por esto en esta aventura!

Gregory Arockiam SVD, Provincia India Mumbai

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