Se acabó el tiempo de la Navidad. Hemos tenido cuatro semanas de preparación (Adviento) y otras dos de celebraciones navideñas. ¿Te has enterado de lo que dice la Biblia sobre el nacimiento de Jesús el día 25 de Diciembre? Es verdad que lo dice todo; pero no tanto.
El Antiguo Testamento tiene muchas referencias a la venida del Mesías; se anunciaba y se esperaba con mucho anhelo su aparición. En el Nuevo Testamento dos evangelistas dicen, cada cual a su manera, algo del nacimiento de ese Mesías esperado y anunciado. Mateo, por ejemplo, dice: “Jesús nació en Belén, un pueblo de Judea, en tiempos del rey Herodes” (Mt 2,1). A renglón seguido escribe que unos sabios vinieron de Oriente preguntando por ese niño y que una estrella los guió hasta la casa donde encontraron al niño con su madre María (Mt 2,11). Lucas escribe un poquito más; dice que el emperador Augusto mandó hacer un censo en su imperio. José, que vivía y trabajaba en Nazaret, tuvo que ir a registrarse a su lugar de origen, Belén; estando allí, a María le llegó el día del parto; cuando nació Jesús, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había sitio para ellos en la posada (Lc 2,7).
Mateo dice que por aquellos días acudieron a Belén unos sabios de lejanas tierras que fueron avisados por una estrella; Lucas dice que acudieron a Belén unos pastores que fueron avisados por un ángel. Ellos fueron de prisa y encontraron a María, a José y al niño acostado en el pesebre (Lc 2,16).
Todo esto es lo que hemos leído estos días sobre el nacimiento de Jesús. La fecha de su nacimiento, lo del portal, el buey, la mula, el río, la lavandera, el molino, el panadero, el herrero, la frutera, el hombre en cuclillas y tantas otras figuras bonitas y simpáticas que hemos colocado con tanta ilusión en nuestros ‘belenes’ son agregados de la fantasía y de la devoción popular. La nieve que ponen algunos sobre el portal y que cantan también los villancicos, es tan posible como la que en estos días habrá nevado en Lepe.
Yo me pregunto: ¿Todas esas figuritas que hemos puesto en nuestros belenes no querrán decir que Jesús nació para todas esas personas, para todos esos oficios y en todos esos paisajes? ¿No querrán decirnos esas figuras que todos tenemos que dirigirnos hacia donde está Jesús, como se dirigieron aquellos pastores y aquellos sabios de oriente? Pienso que ése es el mensaje.
Quizá nos toque hacer del “cuarto rey mago”. Cuenta una leyenda que no eran tres sino cuatro; uno llegó tarde a la cita en Belén por consolar a un niño. Cuando llegó a Belén, la Sagrada Familia había huido a Egipto. Corre en su búsqueda, pero siempre llega tarde. Treinta años después oyó hablar del profeta de Galilea, se puso en camino para encontrarlo, pero siempre se retrasaba por tratar de remediar necesidades de la gente. Por fin, ya anciano, alcanzó a Jesús subiendo al Gólgota y le dijo: “Toda mi vida te he buscado sin poder encontrarte”. A lo que Jesús le respondió: “No necesitabas buscarme ya que tú siempre estuviste a mi lado”.
