Ayer por la noche, Mercedes del Pino, sí, la que en febrero del pasado año se metió el alma de Kenia en su corazón, ella me brindó una de sus películas de colección: 14 kilómetros. 14 kilómetros separan África de Europa en nuestro Estrecho, luego ya sabemos de qué va. La he visto con lupa, interesadísimo, y aquí está la apreciación, puntuando de 2 a 0: Contenido importante o menos: 2. Analiza o narra: 2. Trama sorprendente o previsible: 1. Director, actores ambientación: 2. Música: 2. Total: 9 sobre 10.
En nuestras parroquias, como en todas, hoy la colecta dominical se va íntegra para la Infancia Misionera. Pero no es eso solo: los peques de la catequesis han instalado su baratillo y se empeñan en vender regalos recibidos, algunos obra de sus manos. Los niños suman, hoy dinero y oraciones, ayer alimentos para Benín; los adultos también suman, faltaba más. Sumas que administran otros y que, como en el caso de Juanjo de Niebla o misioneros compañeros de nuestro Varghese de India, posibilitan que los de lejos, donde residen nuestros misioneros, se promocionen, se formen y y se animen a vivir y llenar de vida su propia tierra, su país. ¿Imposible? Díselo a nuestros misioneros: no hay quién ni qué les desanime. Se fían de Dios. Y nosotros de ellos… y también de Dios.
