El 25 de mayo de 2010 se celebró en Dueñas la asamblea provincial que marca el inicio del nuevo trienio, aunque oficialmente, la nueva administración tomó posesión el 1 de mayo de 2010. Casi todos los compañeros acudieron a la cita. Participaron también en la asamblea dos seglares, colaboradores y miembros de la familia de Arnoldo Janssen, Elías (de la editorial Verbo Divino) y Antonio (del grupo de los misioneros laicos, “Verbo Misión”).
La asamblea provincial como lo estipulan las constituciones de la Congregación del Verbo Divino, es «medio apto para afianzar la unión de los cohermanos. En ocasión de las mismas, el Superior Provincial analizará con ellos las cuestiones concernientes a la vida religiosa y actividad misionera, tratando de ver cómo cada uno puede participar más eficazmente an las tareas de la Provincia.» (Constitución 634).
Una oración al Espíritu Santo preparada y dirigida por Eugenio García y luego el provincial saliente presentó un informe sobre el pasado trienio. En definitiva, Atilano Rodríguez está contento en su etapa como provincial durante los últimos tres años. Sin embargo apuntó que todavía no hemos llegado a la perfección. Así que, hemos de mejorar en algunos aspectos de nuestra vida religiosa y misionera.
Después de las palabras motivadoras del nuevo provincial Adolfo Del Valle, en dos sesiones seguidas, los participantes se dividieron en varios grupos para analizar la actividad misionera de la provincia durante el pasado trienio e hacer propuestas concretas para el nuevo trienio. Estos son los temas que de debatieron: en los grupos respectivos: la administración, animación misionera, justicia y paz, pastoral bíblica, comunicación, parroquias, espiritualidad, mayores, colaboración con los laicos y la formación. Se mantuvo una puesta en común para intercambiar las conclusiones de todos los grupos. En general, hay grandes ilusiones y ganas de seguir trabajando como provincia de cara al futuro.
“Hagan lo que él les diga” (Juan 2,5). Con estas palabras de María a los sirvientes, el nuevo provincial, Adolfo, encomendó a todos los miembros de la provincia a ponerse a la completa disposición de Jesús. Es decir, aceptar el programa de Jesús sin condiciones y estar preparado para seguir cualquier indicación suya. El provincial puso el nuevo trienio bajo la protección y el guía de la Virgen María.
