Un Mensaje de Navidad del P. Superior General Heinz Kulüke

 

“Para salvarnos y enseñarnos, viniste a nosotroshk como una luz en nuestras tinieblas.
Queremos permanecer fieles a tu Palabra, que Tú, oh Palabra Divina, nos la diste”

(Arnoldo Janssen).

 

 

Durante las últimas tres décadas, siempre he pasado la Navidad con gente marginada de la sociedad. De estas personas -en Filipinas y en todo el mundo- he aprendido a buscar y revitalizar constantemente lo esencial y lo que más importa.

En Cebu City, tuve la oportunidad de pasar mi tiempo con los niños de la calle.

Durante años, estos niños han vivido en la calle, sucios, harapientos, a menudo sin comida, terminando escarbando en los tachos de basura o teniendo que robar a menudo, para no morir de hambre. Muchos de estos niños han pasado meses en la cárcel, experimentando golpes, no tener a quién confiar, y tratando de sobrevivir sin ninguna relación con nadie. Todo esto fue parte de la vida cotidiana de estos niños hasta hace unos meses. Los cambios iniciales en su vida comenzaron con su estancia en el albergue (Hogar para niños de la calle), la escolarización, y mucha ayuda y asistencia psicológica.

 

¿Qué deseas para Navidad? fue la simple pregunta que un periodista me preguntó recientemente. Cada uno de nosotros tendrá una respuesta.

Una vez, en una celebración navideña con los niños de la calle, comencé compartiéndoles una pregunta: “En su opinión, ¿qué es lo más importante en Navidad?” Cuatro chicos querían responder a la pregunta: “Lo más importante en la Navidad para mí, dijo el primer chico, es tener una familia”. El segundo chico enfatizó: “Para mí lo más importante es tener buenos padres”. El tercero añadió: “”Me parece importante tener hermanos y hermanas”. Y el cuarto dijo: “Lo más importante de la Navidad para mí es tener amigos”. Entre ellos, viviendo juntos y recibiendo la ayuda necesaria, los niños han encontrado nuevos amigos y un nuevo hogar.

 

Navidad es “humanización” (ser humano) y relaciones. Mi deseo, para mí y para todas las personas, es encontrar y tener relaciones productivas y sostenibles, un lugar donde uno pueda ser y llegar a ser humano, un lugar donde uno pueda sentirse seguro y en casa. Y a todos los que ya lo tienen, les deseo el coraje de la solidaridad y también de la compasión para compartir generosamente este tesoro con otras personas.

 

En nombre de los miembros del Equipo de Liderazgo del Generalato les deseo a todos una significativa Navidad y la experiencia de la presencia de Dios a lo largo del año que viene.

 

su-mensaje

 

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