En una mañana agradable, en la capilla grande de la casa de Dueñas, rodeado de sus compañeros, familiares y amigos, Martín celebró sus 50 años de vida sacerdotal. “Todo es gracia”. “El propio mío es siempre encarnación del regalo del Señor y una respuesta mía”. Estas fueron entre otras, las palabras del celebrante durante su homilía.
Martinico, como le suelen llamar los compañeros y amigos, se ordenó el 17 de febrero de 1964 en Roma. Después de sus estudios de doctorado en teología, fue profesor en Estella (Pamplona), luego, misionero en Colombia, donde asumió varios años el cargo de Provincial. Fue también Provincial aquí en España. De momento, acompaña a los laicos misioneros del Verbo Divino y a los jóvenes misioneros del Verbo Divino.
Hombre sabio, espiritual, abierto y siempre dispuesto a escuchar y a entender. Recibe estimación tanto dentro como fuera de la Congregación.
“Consagrado para acompañar”. Éstas fueron las palabras pronunciadas por Eugenio García, rector de la casa de Dueñas, dirigiéndose a Martin. Al finalizar, Martín mostró su agradecimiento a todos los presentes en la celebración y a aquellos que han rezado y continúan rezando por él.
Después de la misa, los presentes se reunieron en el comedor para compartir la alegría y la comida.
Modesto, SVD.
